Aerosmith y sus nueve vidas. Gracias y… Aero-Vederci, Baby!

Aerosmith y sus nueve vidas. Gracias y... Aero-Vederci, Baby!

Aerosmith es una de las más grandes bandas de rock de todos los tiempos; con un recorrido que a pesar de importantes y evidentes altibajos ha sido francamente exitosa. No en vano, es el grupo estadounidense con más discos de oro y platino, y cuenta con una legión de seguidores por todo el mundo; conocidos como Blue Army.

Concierto de Aerosmith de 1977

Y es que, como si de un gato se tratara, Aerosmith ha tenido siete vidas; o mejor dicho nueve, Nine Lives, que para eso son anglosajones. Así, tras triunfar en su país en los 70, entraron en una espiral de descontrol personal por la que parecían condenados a desaparecer; sin embargo, resurgieron de sus cenizas, cual ave fénix, y se hicieron si cabe aún más grandes de lo que habían sido. Ahora, que se encuentran inmersos en una gira mundial de despedida, Aero-Vederci, baby!, es un buen momento para repasar su trayectoria.

Cartel del Aero-Vederci, Baby! European Tour 2017 de Aerosmith

Encontraréis infinidad de artículos que hacen hincapié en la venida a menos de la banda en los últimos tiempos, que hablan de su deriva comercial y que critican que pasaran más de una década editando tan sólo discos recopilatorios; por otra parte, todo ello lógico, pues es complicado mantener un alto nivel compositivo a lo largo de 47 años de carrera musical. Y artículos que en lugar de centrarse en el ámbito artístico, lo hacen en las continuas disputas entre sus dos líderes, el cantante Steven Tyler y el guitarrista Joe Perry; pero es que por algo se les conoció como «los chicos malos de Boston», aunque ninguno de ellos naciera allí.

«Perdona, amigo Steve, que sin querer te he tirado del escenario y te has hecho pupa». «No te preocupes, querido Joe, yo también te golpeé sin querer con el pié de micro».

Hipotético dialogo entre Perry y Tyler, conocidos como los «gemelos tóxicos», en una de sus innumerables reconciliaciones.

Sin embargo, ahora que dicen adiós, ya no viene a cuento hacer énfasis en los aspectos negativos, y sí quedarnos con las cosas buenas que nos han aportado; sobre todo a los que nos hemos declarado en algún momento seguidores de uno de los grupos que más nos han hecho disfrutar en concierto. Ahora toca ser agradecidos, por un repertorio que cuenta con algunas de las mejores piezas de blues-rock que se han compuesto; por algunos de los mejores riffs de guitarra que hayamos escuchado; y por haber gozado con uno de los mejores frontman que han pisado los escenarios.

*Aquí, la lista de reproducción de YouTube con todas las canciones que aparecen en este artículo.

AEROSMITH Y SUS NUEVE VIDAS. GRACIAS Y… AERO-VEDERCI, BABY!

Aerosmith y sus nueve vidas. Gracias y... Aero-Vederci, Baby!

Sus orígenes.

Aerosmith se formó en Boston en 1970, como resultado de la unión de Steven Tyler, que por aquel entonces era el baterista y vocalista de Chain Reaction, con la Jam Band de Joe Perry y el bajista Tom Hamilton; con quienes había coincidido en un concierto el año anterior. Como Tyler quería liderar la nueva banda, contactaron con su colega y baterista Joey Kramer; quien además propuso el nombre.

Aerosmith, en los 70Poco después incorporaron al guitarrista Ray Tabano, amigo de la infancia de Tyler, pero por discrepancias con el resto de integrantes, al año siguiente fue sustituido por Brad Whitford; conformando el quinteto definitivo (con un paréntesis entre 1979 y 1984), que ahora, 46 años más tarde, se despide de nosotros.

La montaña rusa de Columbia.

En 1972, tras alcanzar cierta popularidad en vivo a nivel local, la banda firmó con Columbia Records; la discográfica con la que vivieron la primera de sus dos épocas doradas. Ya desde entonces, Aerosmith ha tenido dos claras señas de identidad que han sabido conjugar con bastante estilo. Por un lado, su genuino y particular hard rock, con matices de blues y pinceladas de funk, que defienden en directo con gran vitalidad; y por otro, sus intensas baladas melódicas, en las que han basado gran parte de su éxito comercial los últimos años.

Cartel promocional del "Rocks" de Aerosmith.

Cartel promocional del «Rocks» de Aerosmith.

Ambas señas de identidad quedan perfectamente reflejadas ya desde su primer álbum, el homónimo Aerosmith; que por cierto, por la costumbre de la época de traducir los títulos, y como no tenía, fue titulado originalmente en España como Hazlo, por su primera canción, Make It.

Aerosmith (1973)

Con la perspectiva que dan los años, el primer disco de Aerosmith se antoja algo inmaduro. Preponderan las guitarras rítmicas, con potentes riffs muy del momento; pero sus arreglos no resultan especialmente originales con respecto a otras bandas de la época, como Led Zeppelin, o a los de otro álbum debut de aquel año, el (Pronounced ‘leh-‘nérd ‘skin-‘nérd) de Lynyrd Skynyrd. Además, las enérgicas melodías de Tyler, que compuso todas las canciones (salvo una versión del Walking The Dog), todavía suenan algo inseguras; si se comparan con el nivel que alcanzarían poco después.

Aerosmith (1973), de Aerosmith

A pesar de todo ello, Aerosmith cuenta con buenas canciones, entre las que destacan la citada versión, el Somebody, el One Way Street y, sobre todo, los dos grandes clásicos que aún forman parte de sus repertorios en directo, el rocanrolero Mama Kin, y su primera gran power ballad, Dream On; en la que se aprecia la influencia de uno de sus grandes referentes, The Beatles (a pesar de que la prensa siempre les ha comparado más con The Rolling Stones). Aquí podéis disfrutarla en una versión orquestada:

Get Your Wings (1974)

Ya desde su primer corte, en Get Your Wings se aprecia una notable progresión con respecto al LP anterior; con su misma potencia pero con un toque más bailable. En parte, por la producción de Jack Douglas, mucho menos convencional que la de Adrian Barber del primer disco; y principalmente porque a Steven Tyler ya se le nota mucho más suelto, y empieza a mostrar poco a poco de lo que es capaz.

Get Your Wings (1974), de Aerosmith

El repertorio de canciones, en cambio, quizás baje un pelín el nivel; sin embargo, hay varias rescatables, como la experimental Lord Of The Thighs, la excelente versión del Train Kept A Rollin´, la preciosa power ballad del álbum, Season Of Wither, y el citado primer corte, Same Old Song And Dance. Aquí la tenéis, en una versión en directo editada en el DVD You Gotta Move (2004):

Toys In The Attic (1975)

Toys In The Attic es tan bueno como promete desde su primera canción, el impetuoso rock and roll que le da nombre al álbum. Un LP que lo cambió todo, su primera obra maestra, ya con la participación compositiva y de gran altura de todos los integrantes, y su primer éxito de ventas nacional; y no era para menos, pues cada canción por si misma valía el precio del disco. Tyler se puso a cantar como mejor sabía hacer, y Perry y Whitford se desencorsetaron y sus arreglos de guitarra se empezaron a codear ya con los de sus ídolos.

Toys In The Attic (1975), de Aerosmith

Se podrían destacar casi todos los temas del álbum pero, hilando fino, nos quedaremos con la energía del Toys In The Attic; con el más famoso de sus riffs de guitarra, el del Walk This Way; con la alegre versión del Big Ten Inch Record; y con una nueva balada, la desgarradora You See Me Crying. Y por encima de todas ellas, el sugestivo Sweet Emotion, de la que hicieron este curioso videoclip en 1991:

Rocks (1976)

Y sólo un año después, Rocks, la otra obra maestra del hard rock que publicaran en los 70 los chicos de Boston. Para muchos, el mejor LP de su carrera; con seguridad, de los más completos. Mantiene el nivel compositivo del anterior, pero es claramente menos festivo. Con arreglos de guitarra más complejos y oscuros, suenan más agresivos y duros que nunca (probablemente porque esta vez la mayor parte de las composiciones son de Joe Perry). Por ello, a la generación de fans de Aerosmith de finales de los 80 y principios de los 90 les cuesta acercarse a él; eso sí, merece la pena hacerlo, porque estamos ante el disco que grabaron en su máximo esplendor, y fue su mayor éxito hasta la fecha.

Rocks (1976), de Aerosmith

En cuanto a las canciones, sin encontrarse entre ellas ninguno de sus himnos más reconocibles, son reseñables el Back In The Saddle, que abre el disco; el Rats In The Cellar (cuyo título, «ratas en la bodega», sirve como metáfora ideal para describir la transición del sonido alegre del anterior álbum, «juguetes en el ático», al de este, más callejero y menos accesible); y la más oscura del disco, Nobody´s Fault. No obstante, posiblemente sea la mejor canción Last Child, un rock duro con tintes funk y matices casi orientales; que aquí podéis escuchar, de nuevo extraída del You Gotta Move:

Draw The Line (1977)

El enorme éxito de los dos discos anteriores fue tan beneficioso en lo comercial como perjudicial en lo personal. Tyler y Perry se dejaron llevar por los placeres que acompañan a la fama y se pasaron de lo lindo con el consumo de drogas duras; por lo sucedieron dos cosas, que se ganaron el apelativo de Toxic Twins, «gemelos tóxicos», y que a partir de entonces los directos de Aerosmith se resintieron. Por fortuna, aunque Draw The Line esté a años luz de sus precedentes (puede que porque adquiriese protagonismo compositivo el productor Jack Douglas), las adicciones de los líderes del grupo no impidió que firmaran un álbum decente.

Draw The Line (1977), de Aerosmith

Los temas más destacables son el épico medio tiempo Kings And Queens, el magnífico cover del Milk Cow Blues, y la que abre y titula, Draw The Line, que aquí tenéis en su versión del Live Texxas Jam´78:

Live! Bootleg (1978)

El último álbum de estudio no había mantenido el nivel de los anteriores, pero en directo eran una de las mejores bandas del momento; por ello, ya había llegado el momento de reflejarlo en un LP en vivo. Y lo hicieron con Live! Bootleg (que por su importancia es el único álbum en directo que se resalta en el artículo).

Live! Bootleg (1978), de Aerosmith

Con insignificantes retoques posteriores en estudio, y lanzado como si fuera un disco pirata (incluida su portada, de poca calidad de impresión, borrosa y con manchas); muestra a los Aerosmith más puros, en bruto, con toda su potencia y también con todas sus imperfecciones, sus errores y desafinaciones, es decir, su maravilloso caos escénico. Como ejemplo, el Chip Away The Stone, que lanzaron en este álbum:

*Aquí podéis escuchar el disco completo.

Night In The Ruts (1979)

Como en una montaña rusa, tras varios años en lo más alto llegó un largo y pronunciado descenso. Las drogas, el alcohol, y los problemas que por ellas surgieron entre los integrantes del grupo, que apenas se hablaban, comenzaron a destruir progresivamente lo que habían construido.

Night In The Ruts (1979), de Aerosmith

Gary Lyons sustituyó a Douglas en la producción del disco, y cuando el nuevo álbum estaba a medio grabar, la discográfica mandó al grupo de gira; motivo por el que se retrasó su lanzamiento un año. Durante la gira, Perry, que tenía en mente despegar en solitario, abandonó la banda tras una violenta discusión en la que estuvieron implicados los miembros y sus esposas. Fue sustituido por varios músicos de estudio para completar la grabación; entre otros, Jimmy Crespo, que le reemplazó oficialmente y con acierto hasta su regreso en 1984.

Tom Hamilton, bajista de Aerosmith.

Tom Hamilton, bajista de Aerosmith.

El resultado de todo ello fue Night In The Ruts, un disco irregular y repleto de versiones; aunque sorprendentemente no tan malo como les podía haber salido. Prueba de ello, el No Surprize, que cuenta la historia de cómo fueron descubiertos; la sabrosa Cheese Cake; y entre las versiones, la peculiar Remember (Walking In The Sun) y ese blues por excelencia que es el Reefer Head Woman:

Rock In A Hard Place (1982)

Durante la grabación del Rock In A Hard Place, Brad Whitford siguió los pasos de Joe Perry y abandonó la banda (fue sustituido por Rick Dufay). Y ante la ausencia de Perry, Steven Tyler adquirió pleno protagonismo en la composición; y además en la producción, a la que también regresó Jack Douglas. El disco no triunfó en listas, fue denostado por la crítica y olvidado rápidamente por los fans; todo ello injustamente, pues se trata de una colección de canciones monumentales, como el conjunto megalítico que aparece en la portada.

Rock In A Hard Place (1982), de Aerosmith

El inicio tiene tanto gancho como el de sus mejores discos setenteros, con el Jailbait, un frenético rock acelerado en el que parece que la nueva formación lleve tocando junta una eternidad; y el Lightning Strikes, con sus arreglos casi cinematográficos y ese guitarreo en el que parece que los dos nuevos fichajes quieran demostrar pronto todo su potencial. Una mención aparte merece la parte más melosa del álbum, que cuenta con la irresistible versión del Cry Me A River y el precioso mediotiempo Joanie´s Butterfly. Pero lo mejor está al final (del disco y de su primera relación con Columbia Records), el Push Comes To Shove, obra de Tyler; el mejor blues de Aerosmith y, por qué no, de los mejores blues de la historia:

Los grandes años de Geffen.

Tras un lustro largo lleno de sin sabores, con excesos continuos, celos y peleas, abandonos de algunos integrantes, dos fracasos comerciales consecutivos, un alejamiento del público en las giras, y la explotación por parte de la discográfica, Aerosmith estuvo muy cerca del abandono; y de convertirse en una las muchas bandas que gozaron del éxito en los 70 pero sucumbieron ante la llegada de nuevos artistas más cercanos al público juvenil.

Steven Tyler, en un directo de Aerosmith

Sin embargo, Aerosmith estaba destinado a conseguir algo más, a recuperar su dignidad. Se regeneraron, se rehicieron y retornaron al éxito, en uno de los más importantes renaceres de la historia del rock. Para ello, en 1984 regresaron Perry y Whitford, conformando de nuevo y hasta nuestros días el quinteto original; firmaron por Geffen Records, con quien vivieron su segunda época dorada (aunque Columbia siguió editando varios recopilatorios); y un año más tarde publicaron Done With Mirrors.

Done With Mirrors (1985)

No vamos a engañarnos, Done With Mirrors no es uno de sus mejores discos, ni fue el que les catapultó de nuevo hasta la cima (todo eso pronto llegaría); pero al igual que le sucede al álbum anterior, es un disco bastante infravalorado. Por primera vez no contiene ninguna versión, y el regreso de Perry se nota tanto en sus aportaciones compositivas como en esos riffs marca de la casa; que en este caso suenan como es lógico algo más ochenteros.

Done With Mirrors (1985), de Aerosmith

Del repertorio cabe rescatar el My Fist Your Face, el Shame On You, y sobre todo el The Hop, en cuya composición participa todo el quinteto, y el Let The Music Do The Talking con el que abren:

Permanent Vacation (1987)

1986 fue un año clave para Aerosmith. Primero, vigilados por la discográfica, comenzaron una rehabilitación para desintoxicarse. Y segundo, los raperos Run-DMC revisaron su Walk This Way, con la colaboración de los propios Tyler y Perry; un hecho que ayudó considerablemente a relanzar la popularidad de Aerosmith. No obstante, fue con Permanent Vacation, el primero de los tres discos que les produjo el reputado Bruce Fairbairn, con el que consiguieron reconciliarse con la crítica, y a la postre con la fama; aunque lo mejor aún estaría por llegar.

Permanent Vacation (1987), de Aerosmith

Es una delicia de álbum, puro, pulcro, íntegro, tal vez sin la garra del Rocks, pero tan alegre y festivo como el Toys In The Attic (como demuestra el tropical corte que da nombre al disco, Permanent Vacation). Y por supuesto, sin los adornos (más o menos acertados) que por necesidad comercial (y gracias al regreso al éxito con este LP) llenan los posteriores discos.

Joe Perry, en 2015

Destacan el Rag Doll y el Dude (Looks Like A Lady) (en la que se burlan del cantante de Mötley Crüe), que son toda una declaración de intenciones de cómo querrán sonar los Aerosmith en los años siguientes; además de la acelerada versión del I´m Down de Lennon y McCarney, y de la power ballad entre las power ballads de los 80, esa maravillosa canción de amor que es Angel:

Pump (1989)

Probablemente se trate de la mejor obra de su segunda vida; con unos Aerosmith en plena forma de nuevo, totalmente limpios de toxinas. Además, fue un exitazo en ventas y les situó otra vez en lo más alto (con su primer Grammy por Janie´s Got A Gun incluido). En Pump cobra mayor protagonismo creativo Joe Perry, dando como resultado un álbum algo más oscuro que el anterior (en un hecho similar al que ocurriera en los 70 con Toys In The Attic y Rocks); pero igual de roquero y ameno de escuchar. Eso sí, los arreglos del disco son algo más complejos, e introducen teclados, una sección de vientos y pequeñas entradillas en algunas canciones (que se harán habituales a partir de ese momento).

Pump (1989), de Aerosmith

Engancha desde el cañonazo de salida, Young Lust; con el que te subes a una locomotora de la que ya no quieres bajar hasta el final. Más aún cuando sin solución de continuidad te topas con tres de los mejores cortes, el F.I.N.E., donde Tyler da rienda suelta a todo su repertorio vocal (está genial en todo el LP); la muy sensual Love In An Elevator, en la que todos los integrantes alcanzan una de las más altas cotas de su carrera en cuanto a instrumentación se refiere; y el fantástico blues-rock Monkey On My Back.

Tom Hamilton en 2015

A partir de ese momento el disco deriva hacia derroteros más experimentales y menos roqueros, con algunas fases country; con un interesante medio tiempo (que anticipa la línea de su siguiente trabajo), What It Takes, con el que cierran. Pero, no podemos olvidar la mejor canción de todas, la que divide en dos el álbum, cuyo videoclip dirigió el gran David Fincher; la citada Janie´s Got A Gun:

Get A Grip (1993)

Tras dejar sus adicciones (al menos las más peligrosas), firmar dos muy buenos álbumes (con los que recuperaron el trono del rock duro estadounidense que habían conquistado a mediados de los 70) y tomarse un pequeño descanso; con Get A Grip, nuevamente sin versiones en su repertorio, lograron el mayor éxito de toda su carrera. Debutaron directamente en el número uno y vendieron millones y millones de discos en todo el mundo.

Get A Grip (1993), de Aerosmith

Actualmente, es un LP que causa recelo entre sus fans más puristas, ya que lo consideran muy almibarado; posiblemente porque en él se hace más palpable que nunca esa conjugación entre sus dos señas de identidad, su genuino hard rock y sus power ballads. Pero suele ser más una cuestión de impresión que de realidad, ya que en el disco predominan los temas roqueros. Eso sí, acompañados en la parte final por varios medios tiempos y una melosa balada, Crazy; que al lanzarla como single, con un videoclip que hacía las delicias de adolescentes, creo una nueva legión de seguidores a los que irremediablemente tuvieron que contentar a partir de entonces en sus directos, especialmente fuera de EEUU.

Aerosmith, en directo

A decir verdad, Get A Grip es un álbum excelente, por el balance que hace entre calidad y comercialidad, como demuestran los cortes iniciales, Intro + Eat The Rich; la explosiva Fever; la setentera Shut Up And Dance; la coreada por Lenny Kravitz Line Up; y sí, también sus dos fantásticos medios tiempos, Cryin´ y Amazing. Por no hablar de una de las mejores canciones de Aerosmith, el primer single, y de su atractivo videoclip:

De vuelta a Columbia.

En 1991, Aerosmith volvió con Columbia Records, y firmaron un contrato de 30 millones de dólares; a la altura de lo grandes que se habían hecho tras el éxito de Permanent Vacation y Pump. No obstante, aún les quedaba por publicar tres discos con Geffen, por lo que aún lanzaron con ellos el Get A Grip y un año más tarde el Big Ones; un álbum que combinaba con buen tino los grandes éxitos de los tres últimos álbumes con tres temas inéditos.

Big Ones (1994), de Aerosmith

Aún les quedaba por cumplir con un doble recopilatorio de canciones en directo, A Little South Of Sanity (que llegaría en 1998); así que, después de otro pequeño descanso tras una larga gira, y de nuevas disputas entre los miembros del grupo, regresarían al estudio a grabar Nine Lives.

Nine Lives (1997)

Nine Lives es considerablemente inferior a los anteriores, y no fue tan exitoso; pero resulta interesante por internarse en terrenos novedosos, más exóticos, hipnóticos por momentos, cercanos a la estética y a la filosofía hindú. Arranca, eso sí, con tanta fuerza y pegada como sus mejores trabajos, con dos de los temas más roqueros del álbum, el homónimo Nine Lives y su primer single, Falling In Love (Is Hard On The Knees).

Nine Lives (1997), de Aerosmith

La diferencia con los predecesores llega al introducir la balada de turno en el tercer corte, Hole In My Soul; un tema del que volvieron a renegar los puristas, pero encandiló a la nueva generación de seguidores. A partir de ahí, desde el Taste Of India, se adentra en esos territorios más experimentales.

Steven Tyler, en un concierto de Aerosmith

Del resto del repertorio destacan Something’s Gotta Give, que es la más cañera; y Pink, un exquisito tema de tiempo pausado lleno de feeling. Aquí, el videoclip de Falling In Love (Is Hard On The Knees):

Just Push Play (2001)

En 1998, la película Armageddon, de Michael Bay, introdujo en su banda sonora varias canciones de Aerosmith; entre ellas, una nueva balada, empalagosa como la que más, compuesta ex profeso para la ocasión por Diane Warren. Se trata de I Don´t Wanna Miss A Thing (que fue nominada al Oscar a la mejor canción original); un tema que consiguió desencantar aún más a los seguidores más roqueros, que comenzaron a renegar del grupo, pero también encandilar a esa nueva generación de fans que acudía en masa a sus conciertos.

Just Push Play (2001), de Aerosmith

A esas alturas, y a causa de giras cada vez más largas (el Nine Lives Tour duró más de dos años), la banda ya se había acostumbrado a editar un álbum cada cuatro años, y ya se les empezaba a ver algo mayorcitos; el amigo Tyler, por ejemplo, ya había celebrado 53 cumpleaños. Como resultado, que el nivel compositivo fuera descendiendo progresivamente, algo evidente en Just Push Play; un LP pretendidamente innovador y vanguardista, con sintetizadores y bases electrónicas, que en cambio no acabó de conseguir lo que buscaba. Por primera vez, la colección de baladas era mayor que la de hard rock; y al final, los únicos cortes rescatables eran el que da título, Just Push Play, que resulta divertida pero decepcionante en directo, y el recurrente medio tiempo, a caballo con balada, que es Jaded:

Honkin’ on Bobo (2004)

Siendo conscientes de su falta de inspiración creativa y de que no habían sacado un buen disco de estudio en una década, decidieron recurrir a una vieja idea y rescatar un puñado de clásicos del blues en su siguiente trabajo, Honkin’ on Bobo (que sólo cuenta con una canción propia: The Grind). Y como a los de Boston no se les da nada mal el género, al fin y al cabo siempre han demostrado buen gusto al elegir versiones de blues, como no podía ser de otra manera publicaron un álbum redondo; un LP que recuperaba el sonido de los Aerosmith de los 70, sin experimentos ni baladas pegajosas.

Honkin´ On Bobo (2004), de Aerosmith

Con tan buena materia prima, todas resultan geniales, pero intentaremos destacar alguna, por ejemplo, el Never Loved A Girl, versión del I Never Loved a Man (The Way I Loved You) de Aretha Franklin en la que Tyler logra poner los pelos de punta; un nuevo cover del You Gotta Move, muy alejada de la original de Mississippi Fred McDowell, pero también de la popularizada por The Rolling Stones; y una deliciosa revisión, aunque estuviera ya muy manida, del Baby, Please Don´t Go (en este caso más parecida a la versión de Them que a la original de Big Joe Williams). Y por encima de todas, la versión del Stop Messin´ Around de Fleetwood Mac, que cantada por Joe Perry ya había formado parte de sus repertorios en directo:

Music From Another Dimension (2012)

Después del Honkin’ on Bobo llegó la travesía por el desierto; 8 años sin publicar un álbum de estudio (11 si buscamos el último con temas propios). Mientras tanto, un montón de recopilatorios más, una gira mundial interrumpida, más presencias en shows televisivos de máxima audiencia que sobre los escenarios, problemas de salud, nuevas adicciones (esta vez a los analgésicos), más peleas entre los integrantes y la constante amenaza de desaparición de la banda. Hasta que en 2012 publicaron Music From Another Dimension, un disco que no cumplió con las expectativas generadas tras tan larga espera; y que se hace un poco largo.

Music From Another Dimension (2012), de Aerosmith

No obstante, teniendo en cuenta que ya son unos ancianitos (aunque en directo parezcan más jóvenes de lo que son), tampoco se lo tendremos muy en cuenta. A pesar de todo, eran Aerosmith, y seguían siendo capaces de ofrecer algunas buenas canciones, como el blues-rock con tintes soul que es Oh Yeah; y la cañera Lover Alot, que retrotrae a épocas pasadas de la banda.

Foto promocional de Aerosmith

El video con el que acaba el artículo no corresponde a la mejor canción del LP, pero sí se trata de su cierre; y por tanto de la despedida de la banda en estudio. Y por su título, se antoja apropiada para finalizar este recorrido por las nueve vidas de una de las más grandes bandas de todos los tiempos; Another Last Goodbye:

La despedida.

Los innumerables problemas por los que ha atravesado Aerosmith durante mucho tiempo (de los que, como se ha dicho al principio, encontraréis muchos otros artículos para informaros), como las interminables desavenencias entre los líderes de la banda (incluida la amenaza de sustituir a Tyler por otro cantante), han derivado al fin en su disolución; tras 15 álbumes de estudio e infinidad de recopilatorios y directos.

Cartel del concierto de Rivas Vaciamadrid del Aero-Vederci, Baby! de Aerosmith

Afortunadamente, antes de que ocurriera, se embarcaron en una última gira mundial de despedida. Entre otros conciertos, el 29 de junio tuvimos la suerte de disfrutarlos en Madrid por última vez, concretamente en Rivas-Vaciamadrid; el 2 de julio actuaron en el Rock Fest Barcelona, en Santa Coloma de Gramanet; y el 8 de julio de 2017 dijeron su adiós definitivo a España en Santa Cruz de Tenerife.

Sólo queda reconocer todos los buenos momentos que nos han hecho pasar. Gracias y… Aero-Vederci, Baby!

Referencias: jotdown.es / elportaldelmetal.com / guitarexperienceradioshow.com / wikipedia.org

Artelaraña, Premio Blogosfera a Mejor Blog de Música 2017

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6 comentarios en «Aerosmith y sus nueve vidas. Gracias y… Aero-Vederci, Baby!»

  1. Muy bueno el artículo, lleno de información y música. Muchas gracias! Nos vemos enla despedida, no? 😉

  2. Vaya repaso!! Yo soy de esa nueva generación de la que hablas pero me has animado a escuchar los primeros discos.

  3. Un grupo emblematico y mitico. Es imposible que alguien no conozca a esta banda o que no haya escuchado algunos de sus temazos. Un saludo

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